Reforma eléctrica: más discurso que propuesta

17.02.2022

La reforma eléctrica, propuesta fundamental de López Obrador ha marcado una división entre los mexicanos, no obstante, mientras la oposición expresa en términos incompresibles sobre las afectaciones de dicha reforma a la ciudadanía, el partido gobernante continúa en proponer una reforma claramente inútil para México.

El presente artículo tomará una posición neutra sobre la reforma, subrayando los puntos importantes y datos en contra y a favor de esta. 

La propuesta del presidente pretende reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, artículos que hablan del eje económico del Estado. La controversial reforma no tiene nada de controversial, sino que son las clases políticas tanto gobierno como oposición que la exaltan y la satanizan, por lo tanto, es lógico ver a la ciudadanía dividida en un tema que muchos realmente no conocen, pero son guiados bajo argumentos de los líderes políticos. El asunto es que en el discurso el gobierno tiene todas de ganar, pues es fácil convencer a la sociedad con argumentos como la nacionalización, la soberanía energética y el desarrollo económico del país que, con argumentos de la oposición como el libre mercado, la estatización o el uso de energías limpias. Son argumentos válidos, pero no conmueven a la ciudadanía, es más son términos que muchos no conocen. 

Sobre la reforma podría decir que tiene más cambios de sintaxis que propuestas, con solo dos artículos transitorios y varias adiciones a la constitución el grupo de Morena pretende darle más poder al gobierno disfrazado de "Estado", típico en los gobiernos socialistas con mascara de patriotas; por otro lado, vemos a la oposición defendiendo a las privadas internacionales para que éstas no pierdan sus permisos en la distribución, generación y abastecimiento de energía eléctrica.
Algunos cambios en la constitución fueron sustituir el término empresas productivas del Estado por entidades paraestatales que realmente son lo mismo, son empresas que maneja el Estado, fin. Así como éste hubo otras modificaciones donde se sustituía una palabra por su sinónimo, típico en nuestros legisladores, por otra parte, en cuestiones más interesantes se adicionó al artículo 25 el derecho de la ciudadanía de contar con un servicio de transmisión y distribución de energía a cargo del Estado; asimismo, se adiciona en el artículo 27 a la electricidad como área estratégica y la exclusividad no solo en el control y la planeación del Sistema Eléctrico Nacional sino también en la generación, distribución y abastecimiento de la energía eléctrica haciendo a lado a las empresas privadas que se dedican a este servicio. Por último, la reforma morenista agrega en el artículo 28 la personalidad jurídica, patrimonio propio y autonomía de ejercicio de la CFE, que bueno, incluso un estudiante de derecho administrativo sabría que la modificación no va en la Constitución sino en la Ley Orgánica de la Administración Pública. 

La propuesta es de corte colectivista, es decir privilegia el interés social sobre el individual, empero la Constitución mexicana -celebrada recientemente por la oposición (sin ideología) y por el gobierno (comunista)- está inspirada en la construcción de un Estado social que priorice a la comunidad, abriendo la puerta a la incitativa privada, pero siendo el Estado el rector de la economía, por lo tanto desde un punto de vista ideológico-doctrinal la propuesta de AMLO va de acuerdo a la filosofía y pensamiento del constituyente de 1917, pues la reforma impulsa a que la CFE (empresa del Estado) asuma la exclusividad de la energía eléctrica. 

Por el contrario, desde una perspectiva individualista la propuesta causaría grandes daños a la economía del país, en palabras del exrector de la UNAM, Francisco Barnés, advirtió que la actual reforma viola el marco legal y varios tratados comerciales, además mencionó que la propuesta es más restrictiva para el sector privado sin que haya un estudio serio que demuestre que la inversión privada dañe a la economía nacional o perjudique a los usuarios. Lo anterior es cierto, cerrarle la puerta a la iniciativa privada solo provocará que el mercado de la energía eléctrica se vaya a otros países, de esta forma termina con el empleo y la inversión en México. 

Es una reforma escasa, sin propuestas para el sector social y empresarial, no garantiza que disminuyan los costos de la luz, es más existe un riesgo de que CFE no se de abasto para suministrar el servicio al país, sin embargo, tenemos una oposición perdida que no tiene una propuesta real y mexicanos comprados que defienden lo indefendible.

Alejandro Atonal. @AleAtonal 

Director de Trigarantes Puebla.

@Trigarantes_

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